No hubo un día desde mi pubertad en el que no haya vomitado. Empezó con una enfermedad, una especie de gastroenteritis. Así descubrí el placer de este hábito. Jamás dejé de practicarlo, es más, me asusta saber que hay personas que tienen todo lo que yo vomité adentro. Si no hubiera Vomitado tanto creo que habría muerto.
Siempre sirve vomitar: vomitar para que se vaya el dolor de cabeza y vomitar para vaciarte del veneno que intoxica tus vasos sanguíneos.
Siempre sirve vomitar: vomitar para que se vaya el dolor de cabeza y vomitar para vaciarte del veneno que intoxica tus vasos sanguíneos.
Me produce satisfacción sentir el ácido brotar con ímpetu desde mi garganta y mucho mejor si viene en cantidad y sale por la boca y la nariz al tiempo… ahogarme mientras fluye hacia afuera lo que debe irse. Veo esa masilla olorosa acumulada y sé que estoy viva. Vomitando siento mi vida.
MÍO. |
Apiladas, algunas querían batir sus repugnantes alas llenas de baba…
Algo realmente grande me raspó la campanilla. Apreté el abdomen, el cuello y empujé la lengua, con una expectoración cayó la última. Sus antenas quedaron algo torcidas y mis músculos se aliviaron.
De nuevo después del vómito, el alivio.
Daira
Un aplauso. Fuerte.
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